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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Qué es el Coaching?

 ¿QUÉ ES COACHING?


¿QUÉ ES COACHING?
Es ayudar a alguien a pensar por si mismo,
a encontrar sus propias respuesta
a descubrir dentro de sí su potencial,
En definitiva, a conseguir
sus propios objetivos,
a nivel personal y profesional …

(John Whitmore)




Entrevista a Mónica Cavallé

 
 
 
ENTREVISTA A MÓNICA CAVALLÉ
 
 
Mónica Cavallé es doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Ciencias de las Religiones. Ha sido profesora de Filosofía Práctica y durante varios años ha coordinado en la Universidad Complutense de Madrid los seminarios de Introducción Filosófica al Hinduismo y al Budismo. Trabaja como filósofa asesora y es presidenta honorífica de la Asociación Española para la Práctica y el Asesoramiento Filosóficos (ASEPRAF). Es autora, entre otros libros, de La sabiduría recobrada y La Filosofía, maestra de vida.
 
 «Hay que quitar las telarañas a la filosofía»
 
«Detrás de muchas depresiones hay problemas filosóficos», afirma Cavallé»
La presidenta honorífica de la Asociación Española para la Práctica y el Asesoramiento Filosófico, Mónica Cavallé, participó la pasada semana como profesora en el curso de la Universidad de Granada 'La asesoría filosófica: el retorno a una Filosofía para la vida'. Cavallé es una de las pioneras en nuestro país de esta actividad que surgió en Alemania en los años ochenta y ya se ha extendido por el mundo como una alternativa seria a la psicoterapia para ayudar a clarificar los problemas de la vida.

-¿Qué son la Filosofía práctica y la asesoría filosófica?

-La práctica filosófica es un movimiento formado por filósofos que queremos que la Filosofía vuelva a ser relevante para los individuos y la sociedad. El asesoramiento filosófico es un diálogo en el que el filósofo acompaña a los consultantes en una reflexión sobre preguntas, inquietudes, problemas, anhelos personales... desde una perspectiva filosófica.

-¿Qué problemas llegan a su consulta?

-Hay personas que vienen porque tienen conflictos concretos -en sus relaciones interpersonales, en la comunicación con sus hijos, crisis vocacionales...- y otras que vienen por una sensación más difusa: la de estar viviendo a medias, la de que 'la vida no puede ser solo esto'. En la mitad de la vida es muy común la sensación de que, a pesar de haber alcanzado los objetivos que la sociedad propone para ser feliz -un buen trabajo, cierto estatus, una familia...-, interiormente hay insatisfacción, vacío. En muchas mujeres a partir de cierta edad, sobre todo cuando no tienen pareja, hay un sentimiento de soledad y la necesidad de aprender a convivir con ella, de convertirla en una aliada. Hay hombres que se han volcado en su vida profesional y han descuidado su propia interioridad, y eso termina pasando factura. Son frecuentes los dilemas éticos, como una separación -'¿debo ser fiel a mis sentimientos o a la trayectoria que he construido con mi familia?'- o un problema familiar -'¿es correcto que mande a mi madre a una residencia para poder vivir mi vida?'-. También hay jóvenes con dudas vocacionales, profesionales bloqueados, creativos desmotivados... Pero todos saben que no van al filósofo como quien va al psiquiatra, para que les dé una 'pastilla'; están dispuestos a pasar por un proceso de cuestionamiento, de reflexión.

-¿Y tienen éxito?

-La vida no es algo neutro, es una vida interpretada. Y esa interpretación arraiga en planteamientos filosóficos. Reflexionar sobre ellos, por tanto, tiene siempre un reflejo inmediato en la vida y en la mayoría de los casos los cambios son significativos: sensación renovada de sentido, mayor ecuanimidad y serenidad, donde se veían problemas se ven posibilidades de crecimiento, una actitud más constructiva y menos egocéntrica...

-¿Hay 'recetas' filosóficas para mejorar la vida?

-No hay recetas. La clave del trabajo de la consulta es practicar lo que Sócrates denominaba mayéutica: ayudar a que cada cual tome conciencia de sus creencias erróneas y alumbre sus propias comprensiones. El asesor no da respuestas al consultante; le ayuda a que recorra su propio camino.

-En 'Más Platón y menos Prozac', Lou Marinoff lanza duras crítica al mundo de la Psicología y la Psiquiatría. ¿Qué le parece?

-De entrada, el libro no me entusiasma; considero que simplifica la actividad del asesor filosófico. Personalmente no critico la psicoterapia, pues tiene su lugar, sino el psicologismo, que es ver detrás de cualquier tipo de sufrimiento humano una enfermedad o un problema psicológico, cuando lo que hay, en muchas ocasiones, son problemas filosóficos, es decir, una filosofía personal inconsistente, llena de puntos ciegos, contradicciones, creencias que no son fruto de la reflexión propia...

-¿La Filosofía puede curar una depresión?

-La palabra 'depresión' es un cajón de sastre donde se meten demasiadas cosas. Basta que una persona está baja de ánimo, triste, con poca energía para afrontar sus problemas cotidianos, para que se la califique de deprimida. La cuestión es qué hay detrás de ese estado; y muchas veces hay una persona que no ve sentido a su vida. Ahora bien, en estos casos, la tristeza, lejos de ser un trastorno, es un mensaje de su interior que le indica que ha de cambiar algo en su vida o en su actitud hacia ella: modificar su escala de valores, cuidar aspectos que estaban relegados, dotar de un sentido propio y significativo a su existencia... Muchas supuestas depresiones se superan desde el momento en que se entiende su mensaje. Si en un estado depresivo pesan factores no filosóficos, o bien si se trata de personas muy bloqueadas, con impulsos suicidas, etcétera, se derivan al profesional correspondiente. Pero muchas veces detrás de lo que habitualmente se llama depresión hay problemas filosóficos. En estos casos, no cabe decir que la filosofía las cura, pues no había ninguna enfermedad.

Vuelta a los antiguos
-La mayoría de la gente sigue viendo la Filosofía como aquella asignatura tan aburrida que se estudiaba en el instituto y le resulta difícil apreciar su lado práctico...

-Es comprensible que sea así, porque la noción de Filosofía más generalizada es la académica, especulativa, teórica... Pero en todas las culturas la Filosofía nació como un arte de vida con una vocación universal: ayudaba a todo ser humano a conocerse y a conocer su lugar en el mundo, a vivir con plenitud, a alcanzar un estado de libertad interior. Mi experiencia es que casi nadie, ni siquiera las personas sin estudios, siente que los filósofos de la antigüedad sean inaccesibles; todo lo contrario: de inmediato advierten la relevancia que pueden tener en sus vidas. Hay que quitar las telarañas a la Filosofía, porque tiene una dimensión de arte de vida que concierne a todo el mundo.

-¿Por qué siempre se vuelve a los filósofos de la antigüedad? ¿No hay buenos filósofos actuales?

-Sí, por supuesto. Es curioso, pero quizá suceda porque, de alguna manera, en las obras de la antigüedad está casi todo; como si la historia de la Filosofía fuera el desarrollo de las posibilidades que ya estaban latentes en sus inicios.

-¿A sus clientes les recomienda leer obras filosóficas?

-Algunos no tienen tiempo y solo leen textos cortos. Otros leen obras completas. De Filosofía antigua recomiendo con frecuencia a Epicteto, a Marco Aurelio, a Sócrates -es decir, Platón-, a Aristóteles... De los contemporáneos, a Erich Fromm, a Simone Weil, a pensadores de otras culturas... Siempre lo que la cosmovisión y la evolución del consultante demande.

-Dice que algunos de sus clientes no tienen tiempo de leer. En realidad, ¿no vivimos en un mundo acelerado en el que ni siquiera hay tiempo de pensar?

-Un gran inconveniente de esta época es ese: no hay detenimiento, no hay silencio, ni exterior ni interior. Estamos atrapados por lo urgente y lo importante se eclipsa, lo esencial se desatiende. Y tarde o temprano esa situación, sobre todo en las personas más sensibles, termina trayendo consigo una sensación de insatisfacción, de desorden, de vacío. Hay personas que cuando se paran lo pasan mal: tienen miedo al silencio, a la soledad, a pensar... porque no saben pensar. Asocian esos momentos a confusión, pues el silencio exterior subraya su diálogo interno caótico, permite que afloren emociones no resueltas. La consulta es un espacio de reflexión, de silencio, donde se pone luz sobre lo que habitualmente no se examina y se hace con un método apropiado. Es un aprendizaje en el arte de detenerse, de pensar, de mirar; luego el consultante va a hacer eso por sí mismo.

martes, 29 de noviembre de 2011

Los secretos de la Creatividad nº 89



INTRODUCCIÓN
Creemos ver las cosas como son, pero en realidad lo que llega a nuestro cerebro es una enorme cantidad de impulsos originados por nuestras percepciones sensoriales. Lo que hacemos, además de seleccionarlas privilegiando algunas e impidiendo el acceso a la conciencia de otras, es estructurarlas. Esta estructuración caracteriza nuestra concepción no sólo de las cosas, sino también de los fenómenos que se presentan a nuestro alrededor.
La mayor parte de las veces tenemos percepciones puras, libres de teoría. Percibimos guiados por nuestra mentalidad y experiencia, y no solemos tener en cuenta que nuestra manera de ver las cosas es solo una entre muchas posibles. Sin embargo, nuestra estructuración perceptiva es arbitraria pero casi siempre limitada y autocondicionada. No obstante, en el momento en el que estamos en el trance de innovar, debemos proceder a “desestructurar” para poder estructurar de otra manera. Tomar conocimientos existentes, e interpretarlos (reestructurarlos) de una forma nueva, es la clave de toda creación o invención.
Todos somos en principio creativos, pero esa cualidad en gran medida va siendo inhibida en un medio hipercrítico. De no ser por los procesos creativos de millones de personas a través de la historia, probablemente seguiríamos en la era de piedra comiendo raíces. Lo que no es fruto de la naturaleza es producto de la acción transformadora del hombre. Adicionalmente, vivimos en una época de cambios múltiples y acelerados, lo que funcionó bien en la generación de nuestros padres suele funcionar mal en la nuestra.
Por todo lo anterior, este trabajo pretende establecer la importancia del tema de la creatividad, conocer el porqué de la creatividad humana, distinguir las etapas del proceso creativo, y sobre todo reflexionar sobre la idea de que la creatividad es un recurso de la inteligencia inherente a cada ser humano, que además es susceptible de ser desarrollada.
CONCEPTOS:

CREATIVIDAD Y TÉRMINOS AFINES
No hay una definición de creatividad con la que todo el mundo esté de acuerdo. Los investigadores de la materia, casi siempre del campo de la psicología, usualmente piensan que ser creativo significa provocar un suceso novedoso y apropiado:

  • Creatividad, capacidad de inventar algo nuevo, de relacionar algo conocido de forma innovadora o de apartarse de los esquemas de pensamiento y conducta habituales.
  • Creatividad, generar ideas u objetos novedosos y originales, valorados socialmente. Es considerada por algunos psicólogos como un aspecto de la inteligencia. El concepto de Guilford de “pensamiento divergente” es un ejemplo de creatividad.
  • En psicología, se le atribuyen los siguientes atributos: originalidad (considerar las cosas o relaciones bajo un nuevo ángulo), flexibilidad (utilizar de forma inusual pero razonable los objetos), sensibilidad (detectar problemas o relaciones hasta entonces ignoradas), fluidez (apartarse de los esquemas mentales rígidos) e inconformismo (desarrollar ideas razonables en contra de la corriente social).
  • Creación, El hecho de dar existencia a algo esencial o absolutamente nuevo.
  • Genio, del latín genius, de generare=engendrar. Superioridad innata y gratuita de inteligencia.
  • Ingenio, asociación de ideas inesperada y aguda, presentada generalmente en lenguaje hablado, que produce sorpresa. Apreciación de una situación compleja, nueva.
  • Talento, se refiere a un CI (cociente intelectual) superior combinado con una habilidad demostrada o potencial de aptitud académica, creatividad, liderazgo y bellas artes.
  • Intuición, indica la capacidad de “mirar adentro” de las cosas.
  • Invención, inventor, palabras latinas que designan al que encuentra o descubre algo y al acto de tal descubrimiento. La palabra griega correspondiente es heurística.
  • Innovación. La aportación de algo nuevo. La innovación se distingue de la creatividad en que la primera implica cosas o situaciones diversas, pero no necesariamente mejores. Según algunos, la diferencia entre creatividad e innovación es que la primera es abstracta, meramente conceptual, se queda en el terreno de las ideas, y la segunda es concreta y práctica.
FUNDAMENTO FISIOLÓGICO DE LA CREATIVIDAD
Existe muy poca información accesible sobre la creatividad desde el punto de vista fisiológico, sin embargo, al parecer está ubicada en el hemisferio derecho. La explicación supone que una de las posibles bases fisiológicas de la creatividad es el "desarrollo de niveles jerárquicos de inclusión, asociados con la actividad de circuitos de convergencia". Además, se postula que la creatividad, en alguna medida, se relaciona con la comunicación entre los dos hemisferios (Grinberg,1976, págs. 154-155).

RAICES DE LA CREATIVIDAD HUMANA
Algunas de las cosas que los animales producen nos parecen admirables: los panales de las abejas, los industriosos hormigueros, las madrigueras de los topos, e infinidad de estructuras para su supervivencia que han sido idénticas desde que cada una de estas especies existe como tal. La naturaleza produce muchos millones de nuevas formas. En una población de 200 millones de habitantes no hay un hombre igual a otro. Existen infinidad de plantas, minerales que tampoco crean.
Como individuo, sólo el ser humano crea, y potencialmente, todos los hombres y mujeres pueden crear. La antropología cultural documenta que no hay una sola tribu, por más remota y primitiva, que no ostente una cultura con inconfundibles rasgos de originalidad.
Si alguien negara la potencia creativa del hombre, bastaría para refutarlo apelar al fenómeno universal de los niños jugando o entreteniéndose. Ellos trascienden la realidad y la transforman de modo que una escoba puede bien ser un caballo o un príncipe para bailar el vals; unos cuantos cojines de la sala y una sábana pueden resultar una excelente casa de campo y la hoja de un cuaderno sería un avión en pleno vuelo.
Los antiguos filósofos se formularon la pregunta: ¿Porqué crea el hombre? Y se dieron una respuesta teológico-mitológica que correspondía al pensamiento mágico de aquellos pensadores: “el hombre crea por inspiración sobrenatural”. Les asustaba tanto el fenómeno de la creatividad, que recurrieron a influencias procedentes de “fuera” de la persona creativa.
La ciencia del siglo XX, sobre todo a partir de Freud, ha desmitificado la creatividad al demostrar que no es la inspiración de las musas, sino el salto del inconsciente a la conciencia. En el lenguaje del psicoanálisis, la súbita combinación de la energía del id (el verdadero inconsciente o la parte más profunda de la psique) con la del ego produce el descubrimiento. En el lenguaje del Análisis Transaccional, es el niño que todos traemos dentro el responsable de la creatividad. De los tres componentes psíquicos de la persona humana, padre, adulto y niño, este último es el principio de la espontaneidad, la curiosidad, la aventura y el sentido lúdico de la vida.
FASES DEL PROCESO CREATIVO
En cualquier fabricación es posible distinguir el proceso del producto: una novela, un edificio, un par de zapatos, una estatua, son productos y, si son novedosos y valiosos, son creaciones.
Como ya mencionamos anteriormente, en los siglos pasados prevaleció un pensamiento mítico y un concepto mágico de la creatividad. Las personas se contentaban con admirar los productos sin atreverse a escudriñar el proceso, porque lo creían sobrenatural y de origen celestial. Ahora en cambio, con este campo desacralizado, desarrollamos un creciente interés en desentrañar los mecanismos biológicos y psíquicos de la creatividad para llegar a tener dominio sobre esta importante actividad humana.
Hay creaciones casi instantáneas que más parecen actos que procesos; por ejemplo, una ocurrencia de redecoración, o un chiste sobre alguien, un logotipo a la primera... Estos casos parecen tan simples que parecen incluirse dentro del esquema elemental de estímulo -respuesta. No es en este tipo de creaciones donde mejor se pueden estudiar los mecanismos de la creatividad, sino en las más complejas, en las que requieren largos procesos de diversos órdenes y niveles. El proceso creativo casi siempre implica lo siguiente:

  • El cuestionamiento. El primer paso consiste en percibir algo como problema, en tomar distancia de la realidad para distinguir un poder ser. Es fruto de la inquietud intelectual, de la curiosidad bien encauzada, de interés cultivado, de hábitos de reflexión, de capacidad para percibir más allá de lo que las superficies y apariencias nos ofrecen.

  • Acopio de datos. “El que tiene imaginación sin instrucción, tiene alas pero no tiene pies” dice J. Joubert. Una vez instalada la inquietud en la mente del sujeto, este tiene que salir al campo de los hechos. Esta es la etapa de las observaciones, lecturas, viajes, experimentos y conversaciones con personas conocedoras del tema. El creador potencial necesita procurarse el mejor material para que la mente trabaje sobre terreno sólido y fértil.

  • Incubación e iluminación. Estas dos etapas están tan relacionadas que hay que considerarlas juntas. A veces la luz llega cuando el sujeto ni siquiera pensaba en el tema. Curiosamente se pasa a través de un proceso dialéctico con momentos de tensión y distensión, y el punto culminante tiende a coincidir con la fase distensiva. Aunque también sucede que en la incubación lo que aparentemente queda fuera de la conciencia en determinados periodos se ha seguido meditando al margen. Diríamos que se sigue viendo con el rabo del ojo, así como que hay un ir y venir del pensamiento al sentimiento.

  • Distensión, Concentración, Distensión, Concentración

  • Elaboración. Este es el paso de la idea a la realidad externa; el puente de la esfera mental a la esfera física o social. Suele ser trabajo de tecnología, de relaciones humanas, de disciplina, y también de nueva creatividad. Llega a darse el caso de que llevar a la obra una idea brillante requiere más creatividad que haberla pensado. Quizá esto sea uno de los aspectos más interesantes de la creatividad, que requiere, en su primera fase, un proceso de distanciamiento de la realidad en la reflexión, pero también volver a la realidad objetiva en la fase de acopio de datos, luego, nuevamente aventurarse por el mundo de las ideas y de la fantasía (en la incubación), para finalmente terminar todo o “aterrizar” otra vez en el diálogo intenso e íntimo con la realidad.
  • Comunicación. Cuando un niño ha construido o dibujado algo, es normal que acuda a mostrarlo a su madre. Esta reacción natural indica que el proceso creativo necesita aún concluir. Si la esencia de la creatividad es lo nuevo junto con lo valioso, este logro debe darse a conocer. Así se cierra un ciclo que empezó con una inquietud, con una admiración y con una pregunta, es decir, con un cuestionamiento. Este punto inicial y motor de la creatividad habla con elocuencia de saber preguntar: ¿cómo?, ¿por qué no?; y de la importancia de pensar habitualmente que todo puede ser mejorado en alguna forma. Ya Sócrates había descubierto el poder creativo de la pregunta para fecundar los espíritus, y cultivó magistralmente el arte de formularla. Todavía hoy, después de 2300 años, nos referimos al método socrático o mayéutica como uno de los puntales de la educación tanto de niños como de adultos.
  • Algunos autores distinguen en el proceso creativo fases diferentes de las señaladas anteriormente. La Enciclopedia Británica distingue cuatro: preparación, incubación, iluminación y verificación. Martha Sastrías en su libro: “Cómo motivar a sus hijos a crear” habla de tres etapas: la fase lógica, la intuitiva y la crítica.
    COMPONENTES DEL PENSAMIENTO CREATIVO
    Hemos mencionado en que la raza humana es creativa, pero dentro de ella algunas personas se manifiestan muy creativas, y otras, rutinarias. Es cuestión de grados, como ocurre con casi todas las cualidades y las capacidades humanas.
    Es un hecho que todos pensamos, que los conceptos emergen cuando los caracteres de las cosas son abstraídos y luego sintetizados y generalizados por la mente humana; que pensar es relacionar, y que relacionar y combinar es crear. Por consiguiente, no existe una diferencia esencial entre el pensamiento creativo y el pensamiento ordinario. Como todo está relacionado con todo, y como una de las leyes de la mente es la asociación, cualquier pensamiento es potencialmente creativo.
    Un análisis factorial del pensamiento puede ser muy esclarecedor de la dinámica de la creatividad, y del porqué y cómo de los grados de la misma en diferentes personas.
    J.P. Gilford, investigador del tema, destaca cuatro factores:

  • La fluidez, es la cantidad de ideas que una persona puede producir respecto a un tema determinado. Por ejemplo, el número de soluciones que halla para un problema dado en un tiempo determinado.
  • La flexibilidad, es la variedad y heterogeneidad de las ideas producidas; nace de la capacidad de pasar fácilmente de una categoría a otra, de abordar los problemas desde diferentes ángulos. Se mide no por el número absoluto, sino por la cantidad de clases y categorías.
  • La originalidad, es la rareza relativa de las ideas producidas: de una población de cien personas sólo a dos o tres se les ocurre tal idea; allí el pensamiento es original. Cabe recordar que la creatividad a menudo hay que buscarla no precisamente en el qué, sino en el cómo.
  • La viabilidad, es la capacidad de producir ideas y soluciones realizables en la práctica. Hay muchas ideas que teóricamente son muy acertadas, pero que resultan difíciles o imposibles de realizar.
  • Los tres primeros factores son funciones del pensamiento divergente o lateral, distinto del pensamiento convergente, lógico o vertical
    El pensamiento convergente es el que evoca ideas y trata de encadenarlas para llegar a un punto ya existente y definido, si bien oscuro para el sujeto. Podemos decir que el término de este pensamiento es como un paquete ya prefabricado. El pensamiento divergente, al contrario, actúa como un explorador que va a la aventura.
    El pensamiento convergente se relaciona más con el aprendizaje escolar, tal como ha venido desarrollándose en las instituciones que manejan los programas en cada país, y el pensamiento divergente se vincula más con la creatividad.
    CREATIVIDAD Y SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
    Muchas personas suelen aportar soluciones creativas para los problemas que enfrentan. Una de las constantes preguntas que los psicólogos cognitivos han tratado de dar respuesta es la que busca identificar las etapas de la solución de problemas.
    A pesar de que algunos psicólogos consideran que la creatividad es un aspecto de la inteligencia, muchos tests de CI no incluyen medidas de creatividad y muchos investigadores del área argumentan que inteligencia y creatividad no son la misma cosa. Los reactivos de las pruebas normalmente van dirigidos hacia un pensamiento convergente, cuyas preguntas son definidas y tienen sólo una respuesta aceptable. Como ya vimos, las personas creativas son pensadoras divergentes y pueden, por tanto, encontrarse en desventaja cuando resuelven dichas pruebas. Esto puede explicar porqué los investigadores encuentran en forma consistente que la creatividad sólo se relaciona en mínimo grado con las calificaciones escolares o medidas de inteligencia. Un conformista por ejemplo, podrá ser muy inteligente y no será necesariamente creativo. Rensis Likert reporta un estudio sobre las personas con un coeficiente intelectual altísimo (140) en donde solo la tercera parte fueron calificados como creativos.

    LA PERSONALIDAD CREATIVA
    La creatividad es un conjunto de actitudes ante la vida que involucra cualidades no sólo de carácter intelectual o cognoscitivo, sino también emocionales, sociales y de carácter. Mencionaremos los elementos cognoscitivos, afectivos y volitivos que debe poseer una persona eminentemente creativa:

  • Características cognoscitivas.

    • Fineza de percepción
    • Capacidad intuitiva
    • Imaginación
    • Capacidad crítica
    • Curiosidad intelectual

  • Características afectivas.

    • Autoestima
    • Soltura, libertad
    • Pasión
    • Audacia
    • Profundidad

  • Características volitivas.

    • Tenacidad
    • Tolerancia a la frustración
    • Capacidad de decisión
    En suma, la personalidad creativa es paradójica, una verdadera unión de los opuestos. Dice G. A. Stainer, en una publicación de la Universidad de Chicago: “Es ambos, más primitivo y más culto, más destructivo y más constructivo, más loco y más sano que la persona promedio”.
    Podemos concluir que la creatividad, además de sus muchas otras excelencias y ventajas, viene a ser una dimensión integradora de la personalidad.
    EL DESARROLLO DE LA CREATIVIDAD
    La idea de que se puede desarrollar la creatividad se apoya en una creciente cantidad de evidencias que muestran que es posible desempeñarse mejor en las tareas de toma de decisiones y de solución de problemas. Se pueden enseñar reglas abstractas de lógica y razonamiento, cuyo aprendizaje mejora la forma de razonar acerca de las causas subyacentes a los sucesos de la vida cotidiana. A fin de cuentas, los psicólogos cognitivos pueden enseñar en forma rutinaria a los estudiantes no sólo a aumentar su habilidad para resolver problemas, sino también a pensar en forma más crítica.
    Se han desarrollado diversas estrategias que pueden coadyuvar a un pensamiento más crítico y a evaluar los problemas con mayor creatividad:

  • El medio ambiente: No se refiere al medio físico. El principio de la personalidad creativa está en la infancia. El niño es naturalmente creativo: imagina, combina, transforma, idealiza, estructura, desestructura y reestructura las cosas. El niño se expresa de manera abundante con mímica, dibujos, construcciones y representaciones.

  • Semejante espontaneidad y riqueza requiere de padres pacientes, tolerantes y abiertos, y profesores preocupados más por estimular que por enseñar, más por liberar energías que por disciplinar, más por lograr que sus alumnos aprendan a pensar que por enseñarlos a memorizar: profesores cuya relación con los alumnos no sea conductiva, sino que nazca de la franca coexperiencia.

    Este ambiente de aceptación mutua y de convivencia constituye la plataforma ideal para que florezca la actividad inédita, ambiciosa, arriesgada y de alta proyección. Así se educa no tanto tal o cual actividad creativa sino, lo que es más importante: la actitud creativa.
    B. La formación de la personalidad:

    Rasgos y actitudes muy ligados con la creatividad son:
    • El autoconocimiento y la autocrítica. Quien no se conoce a sí mismo no puede desarrollarse, de la misma manera que quien no conoce un aparato no puede sacarle provecho y beneficiarse con él.
    • La educación de la percepción. Para captar las cosas con exactitud hay que hacerse sensible a los detalles, hay que habituarse a poner los cinco sentidos en lo que se hace, así como desarrollar el espíritu de observación y el gusto por el experimento.
    • El hábito de relacionar unas cosas con otras. En el fondo, pensar es relacionar, y en un nivel superior de comprensión, todo tiene relación con todo. Al incrementar la habilidad de asociar queda aumentada la capacidad general de la inteligencia y el pensamiento.
    • El sentido lúdico de la vida. Jugar físicamente con los objetos y jugar mentalmente con las ideas; aventurarse a incursionar por terrenos nuevos.
    • El hábito de sembrar en el inconsciente. Se puede cultivar la habilidad de aprovechar las fuerzas del inconsciente. Un recurso fácil consiste en proponerse con claridad los objetivos y los problemas, y luego “abandonarlos” en el humus de la psique.
    • La constancia , la disciplina, el método, la organización. Enterrado el mito de la creatividad como don sobrenatural, hay que aplicar a esta facultad todos los recursos que se han acreditado eficaces para el éxito.
    c. Técnicas específicas. A partir de los estudios de la psicología del pensamiento y de la creatividad, se han diseñado muchos ejercicios, prácticas y estrategias. Algunas son tan sencillas como el sentido común y otras tan complicadas como la alta tecnología:

    • Estudio de modelos. El repertorio de gente creativa a través de la historia es inmenso, heterogéneo y polifacético, y está a disposición de quien se interese en revisarlo. Analizar biografías de personajes notables en el propio campo creativo, es abrirse horizontes y tomar ejemplo de mentes y caracteres destacados.
    • Ejercicios de descripción. Describir objetos minuciosamente nos ayuda a tomar conciencia del mundo que nos rodea. Nos podemos interesar en señalar y precisar la forma, la sustancia , el tamaño, los colores, la textura, el olor, el sonido o el gusto de las cosas de la vida ordinaria.
    • Detección de relaciones remotas. Si la creación es combinación, quien se capacita para encontrar asociaciones curiosas y originales se capacita para crear.
    • Descripción imaginaria de mejoras. Olvidar por una hora cómo son determinadas cosas para pensar cómo podrían ser, equivale a ejercitarse en desestructurarlas y reestructurarlas; es decir, significa trascender la realidad actual e innovar.
    • Ejercicios para concientizarse de las dificultades de la percepción y para educar y afinar la propia facultad de percibir.
    • La lluvia de ideas. Se le llama también torrente, torbellino o promoción de ideas, y valoración diferida. Es el método más conocido y tal vez el de mayor eficacia a corto plazo.
    CREATIVIDAD CIBERNÉTICA
    En la actualidad las cosas han cambiado. Se valora el cambio y no suena fuera de tono hablar de la era de las computadoras como símbolo de una sociedad juvenil, progresista, floreciente, dinámica y conquistadora.
    Precisamente en mi búsqueda de material novedoso y actual para llevar a cabo este trabajo, encontré una buena cantidad de sitios de internet sobre creatividad, cuya finalidad es informar pero sobre todo estimular al visitante para desarrollar un espíritu innovador. Esta nueva vía de desarrollo de la creatividad está aún en ciernes, sin embargo, ya se cuenta con gran cantidad de programas (anexo 1) que pretenden promover y fomentar la creatividad cibernética.
    Existe un buen número de programas para computadora cuyos fabricantes afirman que favorecen a la creatividad. Sin embargo faltan estudios serios que proporcionen datos sobre los verdaderos alcances de estos programas y sus efectos en la creatividad.
    Un programa que apoya a la creatividad es una plataforma para la expresión creativa, es decir, es un lugar de despegue con el instrumental necesario para iniciar y continuar un viaje a las ideas, pero también deberá ser una plataforma con posibilidades de elegir el tipo de navegación. Un programa que potencie la creatividad tendrá las herramientas adecuadas para la expresión creativa, para la integración de información para observar o plantear el problema. Cuando estas herramientas son fáciles de manejar y no es necesario un entrenamiento para hacer uso de ellas es posible que se facilite el pensamiento divergente en usuarios no expertos en el uso de software. Cuando las herramientas del programa son complejas, es muy probable que el usuario se centre en la herramienta y no en la idea, es decir, pensará como la herramienta le indica pensar y se expresará como la herramienta le dice que se exprese.
    La creatividad ha estado comúnmente relacionada con la expresión artística de carácter gráfico o plástico. De ahí, que la mayoría de software diseñado con propósitos de manipulación de contenidos gráficos sea considerado un instrumento de creatividad. Sin embargo, es probable que su poder como instrumento de creatividad sea similar al de un buen o un mal pincel. Las personas familiarizadas con programas como Photoshop, sabrán que no basta con poner un buen filtro para lograr un efecto creativo. Se necesita un contenido o material para trabajar, una idea y un uso novedoso y experto de las herramientas del programa para lograr algo creativo. Si el usuario de la computadora sólo pone un efecto impactante, es como si le pidiera a un experto que le dibujara algo, y posteriormente lo presentara como propio.
    Sin duda, los programas para diseño gráfico, son herramientas de mucho poder para los artistas, pero ¿potencian la creatividad? o ¿sólo son útiles para los expertos y creativos? Por supuesto que los fabricantes de programas para profesionales del diseño gráfico centran sus comentarios en el poder de las herramientas del programa y no en sus probables usos como herramientas de desarrollo de la creatividad, sin embargo existen programas de diseño gráfico para uso infantil que afirman que su uso facilita la expresión creativa.
    Muy probablemente no podamos escapar del papel del medio, que en este caso es la computadora, como parte fundamental en la creación del producto. Sin embargo, el medio mismo y su utilización como herramienta de construcción y no de repetición, es lo que finalmente dará la pauta para que un programa computacional pueda potenciar a la creatividad.
    CONCLUSIÓN
    En este mundo de constantes cambios, tan vertiginosos, tan impredecibles, la creatividad se ha convertido en tema de estudio de psicólogos, pedagogos y administradores. Nuestros problemas son cada día más diversos y su complejidad aumenta sistemáticamente. El nivel de competencia exige un pensamiento distinto que sobresalga del común denominador. Hoy la creatividad representa un tópico de fundamental interés para todo el mundo. A partir de su estudio ha quedado desacralizada, desmitificada y se ha democratizado. Ahora sabemos que la creatividad no se debe a una inspiración divina. Hoy se va imponiendo en significado de creatividad más accesible para todos y sobre todo, una virtud susceptible de ser desarrollada.
    El reino de la creatividad es amplio y polifacético, se abre para todos la esperanza de expresarse y de resolver problemas a través de pequeñas y grandes creaciones de todo tipo. Debemos valorar no sólo las grandes creaciones trascendentes y excepcionales, sino también las actividades cotidianas modestas tan necesarias para la vida laboral, social e individual.

    El sistema educativo es anacrónico nº 87


    Inquietantes reflexiones que aportan argumentos para cambiar nuestro anacrónico sistema educativo:
    • Afirma que, como resultado de la escisión entre la ciencia y las disciplinas artísticas, hemos ignorado un campo fantástico: el de la creatividad.
    • El test de inteligencia solamente mide la capacidad de hacer tests de inteligencia.Si el ser humano solamente tuviera las habilidades que se miden en los tests de inteligencia, la mayor parte de la cultura humana jamás habría existido
    • La educación ha fracasado estrepitosamente en uno de los principales retos educativos, el de ayudarnos a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos; que nos ayude a descubrir nuestros talentos, nuestras destrezas.
    • «No te dediques al arte, jamás serás un artista ni te ganarás la vida con el arte», «no hagas música, es muy difícil salir adelante como músico». Así que un argumento es claramente económico. Pero lo interesante es que nadie te dice: «no te centres en las matemáticas, nunca serás matemático» ni tampoco: «olvídate de la química, jamás serás químico»
    • Kin Robinson propone retomar una concepción de la creatividad que nos devuelva la relación entre las disciplinas artísticas y científicas, puesto que ambas salen perjudicadas de la separación.

    lunes, 28 de noviembre de 2011

    Entrevista a Eduard Punset

     

    El divulgador científico y escritor catalán Eduardo Punset, que dirige el programa ‘Redes’ de La 2 de TVE, recibe a la Revista entre! en el Teatro Quinto de Madrid. Este abogado y economista ha conseguido que miles de personas se interesen por la ciencia, la comprendan con sencillez y descubran los más recientes avances en torno al ser humano, su mente y sus emociones. A través de sus numerosos libros y sus programas televisivos, los ciudadanos han escuchado por primera vez eso de que no están programados para morir. Que no se sabe bien que se muere en ellos cuando se mueren, ya que están hechos de átomos y los átomos son eternos. Que necesitan a los demás, porque hace miles de millones de años ya había en una charca una bacteria que lanzaba señales preguntando: “¿Hay alguien ahí?”. Que la felicidad es la ausencia de miedo y que la felicidad está en la sala de espera de la felicidad. Que el amor sigue siendo lo que era hace dos mil millones de años: un instinto de supervivencia. Que hay mucha vida antes de la muerte y que cambiar de opinión cuesta mucho.

    El record mundial de longevidad está en 122 años. Nuestra esperanza de vida ha crecido en las últimas décadas cuantitativa y cualitativamente…¿Hay entonces mucha vida antes de la muerte?

    Hace sólo 100 años la esperanza de vida era la misma que hoy en día en Sierra Leona, es decir, 30 años. Uno venía al mundo, aprendía a hablar, a cazar, si era mujer daba a luz, tenía los hijos y se moría. Ante esas circunstancias, es lógico que sólo te preocupe si hay vida después de la muerte. Ni Dios se ocupaba de la vida antes de la muerte, porque no la había. Es la primera vez en la historia de la evolución que tenemos futuro. Tenemos 40 años de vida redundante en términos biológicos. Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer y encima nos quedan 40 años. La ciencia no sólo se ha preguntado si había vida antes de la muerte sino cómo podía haber una vida mejor.
    Vivimos en un mundo de mucho estrés, en el que todo ocurre muy deprisa, casi sin darnos cuenta. Apenas recordamos lo que hicimos hace un par de días. ¿Hacia que mundo nos dirigimos?

    Ahora tenemos un concepto que se llama inteligencia social, que es extremadamente relevante para la innovación y para una vida mejor. Sin este concepto, sin contacto de un cerebro con otro cerebro, y de este cerebro con un colectivo, no hay innovación. El gran descubrimiento ha sido eso que llaman, de manera muy torpe, multidisciplinariedad de la innovación. Simplemente hay que destacar lo relacionada que están las cosas. Las redes sociales, por ejemplo. Estamos marchando hacia un mundo que nos aleja del mundo solidario de la tribu en el que se vivía antes. El mundo va camino de un solo gobierno a nivel global.
    ¿Ha perdido fuelle el pensamiento religioso frente al científico?

    La religión también está clara y la hemos estudiado. La gente religiosa tiende a ser ligeramente más feliz que la gente que no es religiosa. Dicho esto hay que decir que la religión va perdiendo terreno ante el pensamiento científico. El pensamiento dogmático, el pensamiento sobrenatural es todavía muy grande, atronadoramente inmenso –toca madera, dice todavía la gente- con respecto al naciente y minúsculo conocimiento científico.
    ¿Qué sabemos hoy que no sabíamos hace unos pocos de años?

    Pues sabemos cosas que hemos podido demostrar con experimentos científicos como, por ejemplo, que hay que distinguir entre la ansiedad y el miedo. La ansiedad nos pone en estado de alerta, que es útil delante de un examen, delante de un viaje…pero no hay que confundirlo con el miedo. Hay que huir del miedo, porque paraliza, afecta incluso a la mestruación de las mujeres. La felicidad es la ausencia de miedo.
    Hablando de la felicidad. Se ha concluido que el dinero no es un factor clave para que nos sintamos más felices. ¿Por qué?

    Cuando se han estudiado las dimensiones de la felicidad se ha visto claramente que hay factores, como la relación personal o tener el sentimiento de que controlas algo de tu vida o tener la sensación de que te estás sumergiendo en un proyecto que te interesa, que tienen una correlación directa con la felicidad. En cambio el dinero no. Si uno está por debajo de un nivel de subsistencia, la felicidad es igual al dinero. Pero cuando has alcanzado este nivel de subsistencia mínimo, el dinero aparece como uno de los factores menos relevante. Es una fuente de inseguridad, de ansiedad…de todo menos de felicidad.
    ¿Lo más importante son las pequeñas cosas que nos rodean, como dice la canción de Joan Manuel Serrat?

    Así es. Tienen una gran importancia para nuestro desarrollo. Ahora sabemos que no se puede estar de mal humor todo el rato en una empresa, porque ésta es la mejor manera para que quiebre. El jefe de departamento o el jefe de sección que no sepa trabajar en equipo, de una manera solidaria, altruista, no necesariamente competitiva, está avocado al fracaso y al de la empresa.

    sábado, 26 de noviembre de 2011

    Mensajes del agua


    Las fotografías y comentarios de este artículo representan el brillante trabajo del japonés Masaru Emoto. Dichas fotografías han sido publicadas en un magnífico libro titulado Los Mensajes del Agua (ver Libros). Si usted todavía duda que sus pensamientos están de hecho impactando y modelando el mundo que le rodea, la vista de las fotografías de Emoto eliminará cualquier duda al respecto.

    El japonés Emoto ha estado llevando a cabo experimentosen todo el mundo sobre el efecto de las ideas, las palabras y la música sobre las moléculas de agua. Las descripciones que aparecen a continuación han sido extraídas de su libro, que publica los resultados obtenidos.

    En la foto de la izquierda, a la izquierda vemos una muestra de agua helada expuesta a la palabra "ángel", y a la derecha agua expuesta a la palabra "demonio". Como usted podrá ver, la estructura de la segunda es oscura y amorfa, sin que aparezca formación cristalina alguna.


    A continuación aparecen algunos otros efectos que Emoto encontró en su investigación: ·:


    1.- Algo interesante fue que se obtuvieron resultados diferentes dependiendo del idioma utilizado. Por ejemplo, la palabra "Thank you" en inglés (ver la foto de la derecha), "Gracias" en castellano, evocó diferentes formaciones cristalinas que la misma palabra en japonés.




    2. El agua tomada en fuentes y arroyos limpios de montaña, formó estructuras cristalinas más bellas (ver foto de la izquierda del manatial de Sanbu-Ichi Yusui) en contraste con los cristales deformados y distorsionados formados por las muestras de agua polucionada o estancada.



    3.- El agua destilada expuesta a música clásica tomó formas delicadas y simétricas. Foto del agua expuesta a la sinfonía Nº40 en Sol menor de Mozart. (ver fotografía a la izquierda) - Cuando se puso la canción de Elvis Presley "El Hotel de laTristeza", el resultado fue que los cristales helados separtieron en dos.· Cuando las muestras de agua fueron bombardeadas con música heavy metal o expuestas a palabras negativas, o cuando se enfocaron sobre ellas intencionadamente, pensamientos o emociones negativos, el agua no formó cristales y en su lugar se crearon estructuras caóticas y fragmentadas. ·



    4.- Cuando el agua fue tratada con aceites florales aromáticos, los cristales tendieron a imitar la forma de la flor original. A la derecha aparecen cristales de agua expuestos a esencia aromática de manzanilla.De gran interés para la curación y para el bienestar diario son los efectos extremos que sobre los cristales de agua tienen las palabras e ideas negativas. Aquí puede ver usted los resultados obtenidos con las palabras "Me das asco" aplicadas a otra muestra de agua destilada. Curiosamente, el modelo obtenido al aplicar estas palabras fue casi idéntico al de aplicar música heavy metal. Masaru Emoto comenta en su libro este paralelismo y la posibilidadde que este tipo de música atonte a las personas (los convierta en tontos).

    5.-Agua expuesta a las palabras Amor-Comprensión

     
     
     
     
     
     




    6.- Agua fotografiada tras ser expuesta al mensaje de Amor que 500 personas le enviaron.







     
    7. Otro conjunto instructivo de fotografías mostraba la diferencia asombrosa entre los modelos cristalinos evocados por las palabras "Hagámoslo" y "Hazlo".Los cristales formados por las palabras "Hagámoslo" eran como hermosos copos de nieve. La palabra "Hazlo", sin embargo, no formó ningún cristal.Algunas veces, cuando no podemos ver el resultado inmediato de nuestras oraciones y afirmaciones, pensamos que estas han fracasado.

    Pero, tal como podemos aprender de las asombrosas fotografías de Masaru Emoto, aquellos pensamientos de fracaso en sí mismos quedan también representados en los objetos físicos a nuestro alrededor. Ahora que somos conscientes de eso, quizá podamos comenzar a darnos cuenta de que, incluso cuando los resultados inmediatos no son visibles a los ojos humanos, ellos están ahí. Cuando amamos nuestros propios cuerpos, ellos responden. Cuando enviamos nuestro amor (no sentimos unidos) a la Tierra, ella responde.Nuestro propio cuerpo está compuesto en un 70 por ciento de agua. Y la superficie de la tierra es también un 70 por ciento de agua. Hemos visto anteriormente la prueba de que el agua, lejos de estar inanimada, está realmente viva y responde a nuestros pensamientos y emociones. Quizá, habiendo visto esto, podamos comenzar a entender realmente el imponente poder que poseemos al elegir nuestros pensamientos e intenciones, para sanarnos a nosotros mismos, así como a nuestro medio ambiente. Pero esto solo será posible si creemos.--

    jueves, 24 de noviembre de 2011

    La filosofía como arte de vivir

    La filosofía como arte de vivir



    "De qué me sirve la geometría para dividir el campo

    si no sé compartirlo con mi hermano."

    (Séneca)

    Hace más de dos mil años Epicuro afirmó que los argumentos de la filosofía son vacuos si no mitigan ningún sufrimiento humano. La filosofía no siempre consistió en el postulado de teorías abstractas ni en la exégesis de textos, sino en el cultivo de un arte de vivir asociado a los problemas más inmediatos de la vida cotidiana. Sócrates y sus discípulos se sorprendían de que las personas miren una y otra vez los objetos materiales que compran, mientras examinan tan poco sus vidas.

    En contraste con esta perspectiva y por efecto del paradigma científico, en los últimos siglos la filosofía devino una disciplina exclusivamente académica, hiperespecializada y tributaria de un culto fetichista a la personalidad. Mientras cualquier esoterismo teórico goza de antemano de los atributos de seriedad y relevancia científica, lo que atañe a la vida cotidiana despierta rápidamente la sospecha de banalidad. En el mundo moderno el filósofo por lo general ha cultivado un lenguaje abstruso y oscuro que desvinculó a la filosofía de la sociedad y ganó el favor de quienes adoran venerar lo que no comprenden. El filósofo huye de la vulgaridad pero escribe en un jeringozo inextricable. Todo lo que no encaje en esa matriz de espinas corresponderá a "simplificaciones abusivas" propias de fast-thinkers. El resultado de esto es que buena parte de las personas creen que la filosofía es demasiado abstracta e inútil para no languidecer, carente de vida.

    En los últimos años ha comenzado a tomar cuerpo en distintas partes del mundo una corriente vinculada con la filosofía práctica que busca devolver el conocimiento filosófico al espacio público, estableciendo un canal que le permita salir de la cerrazón en que lo mantiene la academia para contribuir de diversas maneras al bienestar social y personal.

    Cuando está a punto de cumplir cuarenta años, una mujer se pregunta si desea o no ser madre. Un estudiante es reprobado en un examen y duda si continuar o no con la carrera que ha elegido. Una mujer enfrenta la posibilidad de tener cáncer de mama. Un hombre tiene que decidir si contraría la voluntad de su madre y la interna en un geriátrico. Una mujer se pregunta si tiene sentido continuar con dos relaciones amorosas que no la satisfacen por completo. Un hombre enfrenta el suicidio de su hermana adolescente. Una mujer lucha contra sus ataques de ira. Un médico de emergencias enfrenta la posibilidad de cambiar radicalmente su forma de vida.

    Todas estas personas han acudido a la Consultoría Filosófica. Pocos años atrás hubieran acudido a un psicólogo para abordar sus problemas desde una perspectiva que tuviera en cuenta exclusivamente su psicología individual y la de su círculo de relaciones inmediatas. Hoy cuentan con la posibilidad de acudir a la Consultoría Filosófica para reflexionar desde otra perspectiva que no se limita a las explicaciones individuales sino que toma muy en cuenta el contexto social en que surgen nuestras formas de pensamiento, nuestros hábitos y nuestras conductas. Si bien para filosofar no es necesario recurrir a ningún profesional, la Consultoría Filosófica puede ser una valiosa herramienta para la vida si se sabe aprovechar la enorme riqueza heredada en dos mil quinientos años de discurso filosófico.

    La Filosofía Práctica entiende a la ética como un arte de vivir comprometido con las cuestiones de justicia. No es un recetario prescriptivo ni está compuesto por una lista de prohibiciones conservadoras y fascistas, deudoras de dogmas religiosos. No pretende sustraer uno de los valores sustantivos de la ética, que es la creatividad de establecer qué resulta más conveniente hacer en cada caso. Prefiere las preguntas a las respuestas tajantes e inapelables. Por ello en mi libro sobre Consultoría Filosófica opté por el plural de Artes del buen vivir. No hay un único arte de vivir bien sino una pluralidad de formas de vida que pueden convivir en paz.




    ¿Qué es la Consultoría Filosófica?





    La Consultoría Filosófica se nutre de una tradición que abreva en los orígenes de la filosofía, desde Sócrates y Platón en la antigua Grecia a Lao-Tzé y Confucio en la antigua China, y pretende recuperar a la filosofía como una herramienta de gran valor para la vida cotidiana de las personas.

    El asesor filosófico es un profesional entrenado para acompañar al consultante en la reflexión sobre diversos tópicos que pueden abarcar desde problemas personales hasta inquietudes vinculadas con el devenir social y cultural.

    El asesor filosófico facilita la reflexión filosófica conjunta entre dos personas o en comunidades de investigación filosófica grupales (la consultoría en grupo o el Café Filosófico). Puede provenir de diversas corrientes filosóficas, y no ofrece una terapia alternativa sino una alternativa a la terapia. No dialoga en tanto profesor de filosofía, aunque pueda valerse del conocimiento filosófico, ni como un tutor de consciencia que prescribe recetas amparadas en la autoridad de algún filósofo célebre. La base para el diálogo es la empatía y la igualdad; el consultante no es enjuiciado sino acompañado en un marco de libertad para el diálogo.

    La Consultoría Filosófica tiene como principio la idea de Kierkegaard de que toda ayuda verdadera comienza con un acto de humildad, con la convicción de que si bien se puede manejar cierto conocimiento, es dudoso que se tenga respuesta a todas las grandes cuestiones. El asesor busca acompañar y ayudar al consultante, no ser admirado por él en virtud de la supuesta "superioridad" de su conocimiento.




    Su historia




    Fue el alemán Gerd Achenbach quien en 1982 retomó el antiguo ideal socrático de aplicar la filosofía a la vida, al margen de la torre de marfil de los circuitos académicos. Ese año Achenbach fundó la Sociedad Alemana de Consultoría y Filosofía Práctica y la Sociedad de Consejerías Filosóficas (GPP), a partir de la cual el movimiento de Consejerías o Consultorías Filosóficas comenzó a ser difundido a nivel mundial. Entre 1984 y 1985 publicó sus primeros libros sobre el tema, y en poco tiempo la Consultoría Filosófica se expandió por el conjunto del continente europeo. En este momento, además de la Sociedad Alemana de Consultoría y Filosofía Práctica, existen diversas asociaciones de Consultoría Filosófica: la Sociedad Internacional de Filosofía Práctica (International Society for Philosophical Practice -IGPP-), la NPP (Noruega), la ASPP y la CSPP (Canadienses), la ISPPI (Israel), la American Philosophical Practitioners Association y otras asociaciones análogas en Israel (Center Sophon), Italia, Finlandia, Suecia, Austria, Dinamarca, Francia, Luxemburgo, Bélgica, Turquía, Australia, Estados Unidos, Japón, entre otros países. En América Latina esta nueva esfera de la filosofía recién está comenzando a desarrollarse. En el Perú se inició el Proyecto de Filosofía Aplicada Buho Rojo, y en la Argentina si bien se investiga en el área de filosofía con niños, apenas unos pocos consejeros filosóficos se dedican al asesoramiento individual y grupal, razón por la cual a través de esta iniciativa me propongo presentar la Consultoría Filosófica en la Argentina y animar a la comunidad filosófica a participar en el ejercicio y en la investigación de esta rama de creciente desarrollo en el quehacer filosófico mundial.

    Los consultores filosóficos -particularmente los del National Register of Consultant Philosophers (NRCP), con sede en el Reino Unido-, son licenciados y doctores en Filosofía, y tienen un entrenamiento posterior en estudios de formación de posgrado.

    Diversas asociaciones de Consultoría Filosófica de todo el mundo ofrecen cursos de entrenamiento a los asesores filosóficos (philosopher practitioners). En países como Estados Unidos se están realizando campañas para el reconocimiento oficial de esta práctica profesional, de modo que las obras sociales y los mismos psicoterapeutas oficien como derivadores de los consultantes.




    Diferencias con la psicoterapia




    "De un modo general, la literatura del siglo XX es

    esencialmente psicológica. Describe los estados

    del alma sin ninguna discriminación de valor,

    como si el bien y el mal fueran externos a ella,

    como si el esfuerzo en pos del bien pudiera estar

    ausente en el pensamiento de cualquier hombre."

    (Simone Weil)

    Uno de los temores principales que suscita la Consultoría Filosófica es el que proviene de quienes encuentran que su práctica se confunde con la terapia psicológica. Contra esta objeción es necesario aclarar que la Consultoría Filosófica no es una práctica clínica. No trabaja con modelos médicos y difiere radicalmente de aquellas prácticas clínicas que se valen de categorías como "síntoma", "trastorno" o "enfermedad".

    Los problemas no son vistos como "enfermedades", y mucho menos como "enfermedades" que deben ser "curadas". La Consultoría Filosófica abreva en el movimiento antipsiquiátrico y considera que, desde mediados del siglo XIX, la categoría de "enfermedad mental" fue utilizada frecuentemente con fines normalizadores para excluir y segregar aquello que no respondiera al paradigma ético y político de las clases dominantes.

    Considero que la aparición de la Consultoría Filosófica es una expresión más de la desconfianza que ha despertado el discurso médico "normalizador", y manifiesta el fin de su monopolio. Disiento profundamente con las concepciones que reducen el sufrimiento humano a la noción de "enfermedad". El científico decimonónico quiso diferenciarse del oscurantismo religioso sustituyendo la noción de pecado por la de "enfermedad mental". Sin embargo, a menudo este médico ilustrado encarnó él mismo el ministerio sacerdotal que criticaba. La búsqueda de diagnósticos mentales sustituyó el juicio de valor religioso-moral por un juicio de valor medicalizado. Términos surgidos en contextos psiquiátricos fueron popularizándose y despojándose de su vestimenta cientificista: tal el caso de "idiota", "imbécil", "histérica", "neurótico" y "psicópata".

    La Consultoría Filosófica tiene un importante papel para jugar frente a la pobreza teórica de gran cantidad de psicoanalistas, que entienden que el complejo entramado del sufrimiento humano se agota en Freud y Lacan, así como en el medioevo se creyó que la "verdad revelada" se agotaba en dios, Platón y Aristóteles.

    Otro rasgo distintivo de la Consultoría Filosófica es que no procede como algunas corrientes de la psicología, que simplemente constatan cómo es que surgen los problemas psicológicos, y buscan resolverlos sin preocuparse por desarrollar una perspectiva crítica sobre la sociedad, teniendo como único objetivo la adaptación del paciente al statu quo.

    Existen indudablemente algunas terapias psicológicas que dialogan con la filosofía. Muchos de estos cruces interdisciplinarios son sumamente valiosos, ya que el encasillamiento en un área de estudio específica limita los alcances de toda investigación.

    La Consultoría Filosófica se diferencia de algunas corrientes de la psicología, y en particular del psicoanálisis, en que no habla desde una presunta "neutralidad" relativa a los valores éticos. La "neutralidad" es el "ojo de dios" que precisó la ciencia para legitimar su verosimilitud y una idea de profesionalidad asociada a la imparcialidad. El asesor filosófico es consciente de que siempre se parte de cierto sistema filosófico de comprensión del mundo, y que por tanto existirán múltiples formas válidas de vivir bien. El asesor se aproxima al consultante desde ese lugar, y no pretende ocultar sus propios puntos de vista, necesariamente subjetivos.

    Otra diferencia con algunas corrientes de la psicología -especialmente con el psicoanálisis- es que la Consultoría Filosófica no se centra en la instrospección sino en un diálogo permanente entre diversas cosmovisiones filosóficas. Además del individuo, en el que focaliza su atención la psicología, a través de la mediación de la filosofía aparece el mundo, la esfera social, cultural e histórica, en diálogo permanente con las situaciones concretas acerca de las cuales se reflexiona.

    Otra diferencia de la Consultoría Filosófica respecto a diversas corrientes psicoterapéuticas, particularmente el psicoanálisis, es que, si lo considera oportuno, el asesor puede llegar a revelar información sobre su propia intimidad.

    Una de las críticas más frecuentes que ha recibido la Consultoría Filosófica es que los asesores filosóficos tendrían la "ingenua idea" de que un discurso meramente intelectual abocado a examinar conceptos puede ser efectivo para el abordaje de trastornos emocionales, ignorando por completo "los deseos inconscientes". El psicoanálisis ha sido descripto como una "psicología profunda" que busca sumergirse en la introspección (lo que el sujeto accede acerca de su acontecer psíquico) para hallar los deseos inconscientes que lo determinan, entendiendo que tales deseos remiten a la historia individual y fundamentalmente a los primeros años de vida. Otras corrientes terapéuticas han mantenido esta concepción de búsqueda introspectiva de determinaciones individuales ocultas.

    Por oposición a esta idea, la Consultoría Filosófica no sostiene que los entimientos y las emociones sean sólo eventos irracionales que una persona está obligada a sufrir pasivamente. John Locke caracterizó a las emociones, a las que llamó pasiones, como ideas que provienen tanto de nuestras sensaciones como de nuestras reflexiones. Toda una tradición filosófica, desde Platón, Aristóteles y Séneca en adelante, sostiene que las emociones no irrumpen simplemente de la oscura irracionalidad sino que están vinculadas con ciertas formas de pensamiento y de acción.

    Una emoción negativa puede ser modificada a partir de un examen crítico de uno mismo del que surja una forma diversa de aprehender el mundo. Los sentimientos no son sólo un destino que puede padecerse. Tal como postularon los estoicos, las pasiones también son juicios, es decir, que a menudo sufrimos por algo en virtud del juicio de valor implícito que presupone tal sentimiento.

    También las emociones constituyen formas de estar en el mundo: quien se deprime o se irrita actúa de tal forma que comienza a ser tratado y definido por otros como "depresivo" o "irascible", y de este modo condiciona algunas de sus experiencias futuras.

    Aunque es posible obtener cambios de perspectiva sustantivos mediante la reflexión filosófica, esto no equivale a declarar la omnipotencia de la razón, que a veces parece anémica frente al poder de los hábitos y las pasiones, y omnipotente a la hora fundamentar las peores barbaries del proyecto racional moderno. Nuestras ideas condicionan nuestros sentimientos, así como nuestros sentimientos también suelen configurar nuestras ideas. En ocasiones el campo de la palabra parece insuficiente, y es preciso recurrir a nuevas experiencias o modificar activamente el entorno, pero incluso en tales casos la reflexión es necesaria para guiar las acciones a buen término. Por ejemplo, una persona siente un temor y reconoce que es irracional (sabe que lo que teme en realidad no es peligroso). La reflexión y las palabras no son suficientes para cambiar su temor: será necesario que experimente que es capaz de tolerar la presencia temida, y que se habitúe en forma gradual hasta lograr hacerlo sin sentir angustia.

    La Consultoría Filosófica se distancia del psicoanálisis por cuanto no se basa en la instrospección, no ancla en la infancia ni agota en la vida del individuo y de su entorno inmediato la explicación de sus problemas, de sus conflictos de valores y de los dilemas éticos en los que pueda verse sumido. Considera, tal como plantearon Hegel y otros tantos, que primero somos sujetos sociales y tan sólo luego sujetos individuales. Primero somos atravesados por discursos sociales, mediante el gran vehículo social del lenguaje, y luego somos constituidos por discursos familiares y de nuestro entorno inmediato. Lo que nos ocurre no obedece sólo a razones que anclan en nuestra historia individual sino también a razones que deben ser enmarcadas en un contexto histórico, social y cultural más amplio.

    Postulo que una de las consecuencias políticas de que el psicoanálisis encuentre en la infancia el fundamento de casi todos los problemas humanos, es que se libera a la esfera social de toda perspectiva crítica. Si la "culpa" de todo la tienen los padres, ¿para qué desarrollar una mirada crítica sobre la sociedad? Esta ha sido una de las tantas causas por las que el psicoanálisis a menudo ha sido muy conservador en lo político.

    Por último, considero que la Consultoría Filosófica puede ser un recurso de gran utilidad para los psicoterapeutas abiertos al enriquecimiento interdisciplinario.




    Metodología




    La Consultoría Filosófica trabaja con una metodología básica, lo que no significa que sea la única posible ni que se la deba seguir paso por paso.

    1- Examen de los argumentos del consultante y de sus justificaciones:
    Una vez que el consultante discurre libremente sobre una serie de tópicos, el asesor sistematiza, ordena y jerarquiza las concepciones y los conceptos involucrados en el relato, sin dejar de atender a las emociones que puedan suscitar. En esta instancia se valora si el caso es apropiado para la Consultoría Filosófica o si se lo derivará a un psicoterapeuta. Por lo general los consejeros filosóficos no atienden los problemas considerados más severos por las distintas corrientes de la psicoterapia.

    2- Clarificación y análisis de términos y conceptos:

    El consejero o asistente filosófico analiza los términos empleados o comprometidos en el planteamiento de la reflexión, abocándose en particular a los conflictos de valores y a los dilemas éticos, razón por la cual es de fundamental importancia clarificar los conceptos que pueden estar comprometidos en la situación planteada (culpa, responsabilidad, envidia, suicidio, justicia, traición, buena fe, vanidad, orgullo, valentía, lealtad).

    3- Exposición de presupuestos implícitos e implicaciones lógicas:

    El asesor filosófico apunta a develar los presupuestos que signan el discurso del consultante, para ayudarlo a ampliar su perspectiva sobre aquello acerca de lo cual se propone reflexionar. Estos presupuestos no se agotan en la lógica formal sino que se inscriben en el horizonte de una lógica conceptual dialéctica que afecta diversos niveles de la vida: el ético, el volitivo, el físico, el social y el cultural.

    4- Exposición de contradicciones e incoherencias: En esta etapa se ponen en evidencia las eventuales contradicciones e incoherencias entre lo implícito y lo explícito. El consejero filosófico trabaja con la lógica interna del pensamiento del individuo, es decir, destaca -si las hubiere-contradicciones lógicas en el discurso (teoría) de una persona, o entre el discurso y la acción (teoría y praxis), y las somete a discusión.

    5- Rastreo de teorías filosóficas:

    a) Influencia de teorías previas: Por teorías previas hay que comprender la serie de concepciones y filosofías con las cuales el sujeto enfrenta al mundo. En rigor se trata de un conjunto de categorías y conceptos que actúan explícita o implícitamente. Se ponen en evidencia las concepciones filosóficas que subyacen en el discurso del consultante, de modo de no trabajar exclusivamente con su historia emocional sino con su historia conceptual, con la forma en que entiende el universo de los valores en relación a su propia vida y a su visión del mundo, procurando sacar a luz las ideas y valores comprometidos en cada situación.

    b) Teorías alternativas que pueden ampliar el horizonte de reflexión:

    En esta etapa se brindan herramientas filosóficas que pueden ampliar la reflexión en torno al tema abordado, entendiendo al ser humano no sólo como resultado de una historia individual sino como resultado de relaciones sociales, ideales culturales y paradigmas conceptuales que se modelan conforme a ciertas filosofías.

    A menudo Sócrates es invocado como uno de los precursores de la Consultoría Filosófica. El diálogo socrático generalmente es entendido como un método mediante el cual una persona entrenada formula preguntas con el fin de ayudar al que contesta a reconocer sus creencias en torno a determinado tema.

    La Consultoría Filosófica suele valerse de esta técnica conocida como la mayéutica, que permite al consultante "dar a luz" nuevos pensamientos facilitados por las preguntas del asesor, aunque se distancia de Sócrates por cuanto acá el asesor no es necesariamente el portador de una "verdad" -y mucho menos de una "verdad universal"-, es decir, no consensuará necesariamente su propio punto de vista. A mi modo de ver el consenso no debe ser el objetivo de todo diálogo. Considero una riqueza -y un buen antídoto contra el dogmatismo- la posibilidad de mantener diferencias de criterio y enriquecerse con la perspectiva del interlocutor.

    El asesor no figurará hablar desde el lugar "neutral" promovido por el discurso cientificista moderno -y en particular por el psicoanálisis-, ya que descree de la existencia de ese "ojo de dios" y afirma que siempre estamos ubicados en cierta perspectiva respecto al universo de los valores, es decir, que siempre, explícita o implícitamente, tomamos partido por lo que consideramos "bueno" o "malo" en términos éticos y políticos. El consejero no entiende a la filosofía como un tribunal universal de la razón sino como el ejercicio del pensamiento crítico desde cierta perspectiva cultural, social, individual e histórica.

    Aunque en mi caso me valgo del legado de gran cantidad de filósofos, no me intereso tanto por los autores en sí mismos como por el funcionamiento de los enunciados: poco importa quién lo dijo ni cuándo, sino el modo en que operan los discursos en el universo de nuestros valores.

    Las consultas suelen tener una periodicidad semanal, pueden extenderse a lo largo de unos pocos encuentros o hasta un par de años. A la Consultoría Filosófica no se recurre exclusivamente a buscar respuestas vinculadas con determinados problemas, sino también a discutir ideas y perspectivas sobre la propia vida y el mundo. El asesor ofrece la posibilidad de abrir nuevas y efectivas formas de que en el futuro el consultante enfrente por sí mismo ambas tareas. No obstante, cuando el origen de la consulta es la necesidad de resolver problemas, los que aparecen con mayor frecuencia son los relacionados con la soledad, las sobreexigencias provocadas por presiones y expectativas internas o externas, las crisis de pareja, los problemas laborales, la dificultad de encontrar una pareja, la necesidad de enfrentar una enfermedad que pone en juego la vida, la muerte de un ser querido.

    La llamada biblioterapia es otro de los recursos utilizados por la Consultoría Filosófica. De acuerdo al tema en cuestión, y si el consultante tiene interés, se recomiendan libros, artículos, fragmentos y films sobre algunos de los tópicos abordados. Este complemento puede ser de suma utilidad para ampliar la reflexión acerca de algún tema, si bien numerosos consultantes prefieren focalizar los intercambios en la conversación, y no complementarlos con lecturas.

    Para asistir a las reuniones individuales o grupales no es necesario haber tenido ninguna experiencia con la filosofía académica ni con bibliografía filosófica. La Consultoría Filosófica trabaja con la capacidad filosófica que posee todo ser humano por su mera condición de tal.

    sábado, 19 de noviembre de 2011

    Amigos y "amigos"...

    Es curioso las vueltas que da la vida con el tema de los amigos y los "amigos".
    Sí..., a medida que uno se va haciendo mayor y le van sucediendo cosas, se va dando cuenta que no es oro todo lo que reluce con el tema de las amistades.
    El otro día se lo comentaba a un buen amigo que he hecho ya de mayor.
    Le decía, fíjate que me estoy dando cuenta de algunos de los que yo pensaba que eran amigos, resulta que son "amigos". Han cambiado con el tiempo...y yo me sigo manteniendo en mi esencia, mis valores hacia ellos siempre han sido los mismos, y estos son, respetar su modo de vida, aceptar sus decisiones, y apoyarlos en cualquier reto que se quieran plantear en la vida...nunca se me ocurriría imponer mis ideales a un amigo. Incluso si ellos creen que deben hacer algo que yo no haría, no se me ocurriría decirles que están equivocados...lo que yo no pueda o no me atreva a hacer, no quiere decir que a ellos les vaya a salir mal...si yo hiciera esto, rompería el contrato de amistad...

    Él,  gran sabio, me comentó, "No Julián, ellos no han cambiado, es que siempre fueron así..."

    Es una lástima, pero me da la impresión, que ha veces los seres humanos le damos más valor a cosas triviales,  materiales, situaciones que nos desconciertan, pequeños actos o tonterías, que a una buena amistad...

    Y yo me pregunto, ¿por qué a una persona con la que compartes cosas sin pedir nada a cambio le repatea tanto que tú te arriesgues en una aventura que no sabes cómo va a acabar?...¿por qué si nos cambiaramos de lugar, yo le apoyaría sin recelos?, ¿existe la envidia entre los amigos?, o ¿es que realmente no son amigos los que sienten envidia?

    Supongo que este tipo de "amigos" que quieren imponer su modo de vida al resto, o simplemente que no aceptan a un amigo, tal y cómo es, son personas que se hacen mayores y mueren llenas de arrepentimientos...aunque también pienso, que cuando uno se hace mayor, siempre tiene algo de qué arrepentirse...


    Los amigos se cuentan con los dedos de una mano, pero con esto no quiero decir que tengan que ser cinco...la mayoría de las veces, sobran dedos en una mano...cuando se les cae la máscara de los buenos y los malos momentos que han pasado contigo...sigues restando dedos.

    Aún me quedan años de vida, y sé que me llevaré más chascos, pero yo continuaré con mi código de respeto y comprensión hacia mis amigos.
    Respecto a los "amigos", pues continuaremos cerca de ellos también...



    jueves, 17 de noviembre de 2011

    6.000 millones de euros tirados para nada...

    ¿Por qué no sale esta información en los noticiarios en televisión, radio, periódicos, etc..?, ¿por qué no se refleja en ningún programa electoral?

    Pues muy fácil, porque el senado, es la gallina de los huevos de oro de los políticos. En este video, te lo dice claramente uno de los senadores, Xosé Manuel. Supongo que hasta ellos tienen vergüenza, y a este senador le ha dado la vena de la sinceridad y no ha podido resistirse más en decirlo, supongo que si no, la úlcera le reventaría de aguantarse.
    El quick de la cuestión, no es que millones de euros caígan en los mismos bolsillos siempre, si no, cómo solucionar esta gangrena o este cáncer que tenemos en este país.

    ¿Salimos a la calle a romperlo todo?, ¿seguimos aguantando y nos hacemos los ciegos?, ¿dónde está la respuesta?, ¿quién la tiene?, ¿dónde está el límite?...



    miércoles, 16 de noviembre de 2011

    Soy feliz, pero tengo hambre

    Esta es la história de Joan Llopart, un hombre que dormía en la calle, en concreto, debajo de una carretera en Barcelona.
    Tenía unos sesenta años y su apariencia era la de un vagabundo. Tenía el pelo canoso y desgreñado y se le juntaba con una barba en las mismas condiciones. Sus dientes estaban descuidados por la falta del aseo y de un lugar para conseguir hacer esta tarea.
    Su ropa estaba llena de agujeros y manchas al igual que su calzado. Por debajo de la chaqueta, se podía observar una camiseta que en su día parece ser que fue de color blanco.
    Ninguno de sus compañeros de calle, sabían lo que Joan era antes de llegar a su situación, ya que éste no era una persona que contara su vida a los demás. No es que no fuera sociable, si no , que parece ser que no quería recordar el por qué de cómo había llegado a esa situación.



    Joan, tenía todo lo que quería y necesitaba. Un techo, el calor de unos cartones en el suelo y un viejo saco de dormir lleno de agujeros. Se mantenía ajeno a toda noticia del mundo. Ni leía los periódicos, ni escuchaba la radio, ni veía la televisión.
    Él era feliz con lo que tenía y pensaba que no le hacía falta nada más.
    Estaba enfadado con la sociedad que estaba montada a su alrededor, pues ésta, era uno de los motivos que lo llevaron a la calle.

    Los alimentos los obtenía revolviendo un contenedor de basura que había a la salida de una pequeña tienda de ultramarinos. El menú eran bastante variado, habían verduras, latas de conservas, pescado y bandejas de carne. La mayoría de los productos estaban caducados, pero algunos de ellos solo tenían el envoltorio defectuoso, con lo cual ese día había un motivo más para estar contento.
    Desde su anterior vida, Joan escribía lo que pensaba en pequeños papeles que iba guardando dentro del deteriorado saco de dormir. Tubo que deshacerse de muchos de ellos, que nunca volvió a recordar, porque llegó un momento que la parte del saco donde ponía los pies, estaba llena de estos pequeños papales con frases sueltas.
    Un día se levantó por la mañana para hacer su desayuno diario de magdalenas caducadas y con suerte un cartón de zumo. Se encontró con uno de los chicos que se encargaban de tirar la basura.
    - Buenos días Joan!, ¿cómo te has levantado hoy?
    - Buenos,días chico!, pues bien, pero parece que la espalda quiere hacerse notar...una noche horrible,  tendré que cambiarme el colchón. -los dos rieron-
    -  Hoy no tengo muchas cosas que tirar Joan, cada vez se vende menos, pero te puedo traer algo de dentro, a sí te tomarás mejor la noticia que tengo que darte. -El chico entró en la tienda y salió con un paquete de dos magdalenas y un zumo de naranja-
    - ¿A qué te refieres con eso de darme una noticia?, ¿es que vais a cobrarme la comida caducada?
    En otra ocasión, el chico se hubiera reído, pero en esta, solo sonrió apretando los labios, ya que la noticia que tenía que darle no tenía nada de gracia.
    - No Joan...no es eso. Lo que pasa es que el jefe va a cerrar la tienda, las cosas no le han ido bien y ya no podrás comer más aquí.
    Joan vivía en el límite inferior de una sociedad consumista, y aun así, se sentía feliz, por eso vivía tranquilo, porque pensaba que las cosas no podían empeorar. Ese día, se dio cuenta de que las cosas siempre pueden ir a peor.
    Se dio la vuelta y se fue sin despedirse del chico con el zumo en una mano y lo que quedaba de las magdalenas en la otra.

    Pasados unos días, Joan había dado todo por perdido, nunca había estado tan dejado. Había perdido mucho peso y enfermaba con más facilidad que antes.

    Un día se levantó y empezó a recordar su vida anterior como si fuera una película.
    Antes podía lavarse cada día y comía caliente. Tenía coche para desplazarse al trabajo, y para ir de vacaciones una vez al año, tenía una mujer que lo esperaba en una casa caliente con calefacción. Recordaba que tenía dinero, incluso para pagar las facturas que llegaban con demasiada frecuencia.
    ¿Cuánto tiempo hacía que no pagaba una factura?, ¿cómo había llegado a esta situación?, ¿por qué le había tocado a él, si no le había hecho nunca daño a nadie?
    En ese momento se dio cuenta de la realidad que vivía. Tres años de su vida viviendo en la calle  y lo único que tenía, era ese contenedor lleno de comida caducada que ahora estaba lleno de los despojos de los vecinos de alrededor.
    Se dio cuenta de que no se había parado a buscar nuevas motivaciones que le dieran fuerza para luchar y salir adelante, para conseguir una vida más digna. Estaba acomodado en su pequeña parcela, de la planta baja de la carretera.
    - Un simple contenedor de basura a hecho que me mantenga ciego de mi situación durante tres años en la calle- se dijo a sí mismo y se rio a carcajadas, con una risa amarga-

    Aun así, Joan notaba que no era un infeliz, sino, un olvidado de la sociedad.


    Un día Joan se levantó muy enfermo y comenzó a andar sin rumbo. La gente lo miraba con desprecio por su apariencia.
    Esa sociedad de la que él renegaba siempre, ahora con más sentido le demostraba que nunca estubo equivocado.
    Nadie se paró a preguntarle por qué se encontraba en esas condiciones tan precarias, nadie se interesó momentáneamente por su salud. Quizás si alguien se interesara y le preguntara, le podría explicar por qué había llegado a ese punto...quizás la clave era justificarse para que alguien le comprendiera.

    - No soy lo que veis por fuera, yo también fui como vosotros un día -se decía a sí mismo-

    Llegó hasta las Ramblas y en uno de los portales cayo desfallecido por el frío y el hambre. Allí se quedó medio inconsciente un rato hasta que volvió a despertarse.
    Miles de personas pasaban por su lado mirando escaparates, otros entraban y salían de las tiendas cargados de bolsas. Se reían con sus acompañantes, parecían felices. Otros pasaban solos con caras serias a paso ligero.
    Los carteristas hablaban en corros controlando su próxima víctima extranjera.
    Nadie miraba a Joan, pero todos lo vieron.

    A Joan se le nublaba la vista porque quería mirarlo todo a la vez y eso le provocaba mareo. Cerraba fuertemente los ojos y los volvía a abrir para continuar observando a la inquieta muchedumbre.
    Su cabeza se tambaleaba por el peso de la misma. Su cuello ya no la soportaba.
    Todas las voces que escuchaba, se metían en su cabeza en una sola voz que no decía nada, como si alguien le gritase a un centímetro de su oído.
    Notó que estaba más solo que nunca.

    - Curiosa ironía, rodeado de miles de personas y me siento solo- se decía a sí mismo-

    Palpó un cartón sobre el que estaba sentado, que por lo que parecía, antes había sido una caja de zapatos. Se sacó del bolsillo lo que le quedaba del lápiz con el que apuntaba sus pensamientos en los restos de papel que dejó en el saco de dormir, y se propuso hacer lo que nunca hubiera creído que haría, mendigar.
    Ya no tenía fuerzas, pero sabía que tenía que ser creativo, para llamar la atención de alguna forma. Tenía que poner un mensaje que impactara, para que esa muchedumbre lo viera, ya que hasta el momento era invisible.
    Apuntó solo una frase en el cartón,  "Soy feliz, pero tengo hambre", el lápiz se calló al suelo y Joan se desvaneció.


    Un rato después, noto que algo le estaba moviendo, pero no tenía ni ganas, ni fuerzas. Lo que fuera no cesaba de moverlo, con lo que ésto le obligó a abrir los ojos.
    Un chico de mediana edad, le dijo:

    - !!!Oiga!!! ¿se encuentra bien?, tiene que recoger todo este dinero que tiene aquí, o se lo van a robar...y le doy un consejo, si no lo recoge, tampoco de echarán más...hay mucho.

    Joan sacó fuerzas de donde no tenía para intentar ver, escuchar y entender lo que la voz le estaba diciendo.

    - ¿Qué dices chico?- respondió Joan un tanto molesto-.
    - Que recoja usted el dinero que tiene aquí, porque se lo van a robar. Bastantes problemas tiene para que encima le peguen una paliza.

    Joan miró el suelo donde estaba sentado y estaba todo lleno de monedas, incluso le habían caído dentro del roído bolsillo de la chaqueta.

    - A puesto usted un mensaje genial...es prácticamente imposible no ayudarle. ¿Cómo puede usted decir que es feliz en la situación en la que se encuentra?, nadie puede ser feliz en esas condiciones. La gente se lo ha creído - el chico estaba impresionado con el mensaje de Joan -

    Joan también estaba impresionado, se había vuelto visible.

    - Deben creerlo - dijo Joan secamente-
    - ¿Me está diciendo que es usted feliz tirado en la calle, sucio, sin dinero y solo?
    - Soy feliz porque me propongo serlo y por norma general lo consigo. De hecho, hace unos días era aún más feliz que hoy. Solo me falta comida.
    - Ande, levante y vaya a lavarse un poco, con ese dinero tiene por lo menos para tres o cuatro días.

    El chico ayudó a Joan a recoger el dinero y a ponerse en pie. Después desapareció.

    Joan pensó que quizás el chico fuera irreal, quizás fuera un ángel de la guarda. Hizo recuento del dinero, y efectivamente tuvo suerte de que no se lo robaran como le dijo el chico o la aparición, ya que había más de doscientos euros.
    Se acercó como pudo a una pensión que conocía en la que le obligaron a pagar la habitación por adelantado, ya que no se fiaron de él por el aspecto que tenía.
    Cuando entró en la habitación, vio justo enfrente de él, un sucio espejo que colgaba de una pared en la que se veían los ladrillos. Joan tenía el estómago muy vacío, pero el instinto de supervivencia le hacía mantenerse de pie para satisfacer una curiosidad. Quería verse de cerca. Hacía mucho tiempo que no se miraba en un espejo.
    Se acercó para ver mejor lo que de lejos parecía un despojo humano. Se quedó mirándose a sí mismo durante un largo rato. Puso su sucia mano en el espejo, para ver si era realidad o un mal sueño lo que estaba viendo. Su cara rota por el frío, morena en exceso y curtida, sus negros ojos parecían no tener vida y lo que antes era un pelo brillante, se había convertido en un estropajo blanco que se juntaba con la espesa y sucia barba.
    En una fracción de tiempo muy pequeña, el espejo pareció limpiarse solo y Joan se vio como era antes de vivir en la calle.
    Joan era un tipo presumido, que miraba mucho por su físico. Ya tenía cierta edad pero siempre tenía tiempo para ir una vez al mes al peluquero de toda la vida. Nunca se compró ropa cara, pero le gustaba ir conjuntado y con cierta clase. Se afeitaba cada dos días y hacía pequeñas inversiones en colonias caras. Le gustaba oler bien. Tenía manos de pianista, unos dedos largos y finos a los que nunca les sacó el partido que hubiese querido.

    De repente el espejo volvió a reflejarle la realidad, y su cara y su pelo volvieron a demacrarse.

    Con las pocas fuerzas que le quedaban, bajó corriendo a la calle para buscar una tienda abierta en la que vendieran lo que tenía en mente. Después de dar varias vueltas, encontró una tienda en la que vendían todo tipo de cosas. Compró un bote de espuma de afeitar, unas maquinillas, jabón y algo de ropa deportiva que ponerse. Quería racionar el dinero, pero necesitaba esas cuatro cosas.
     Volvió a la sucia habitación y limpió el espejo hasta que lo pudo dejar en mejores condiciones de las que estaba.
    Esto hizo que aún se vieran mejor las evidencias de tres años viviendo en la calle.
    Pero esta vez no le importó, incluso se permitió crear una sonrisa, porque ya tenía algo nuevo. Su mente volvía a trabajar. El objetivo sería a partir de ahora, mejorar su estado actual por otro más digno y nunca más volver a acomodarse.

    Se aseó como pudo y se puso la ropa nueva que compró en la tienda. Volvió a mirarse en el mismo espejo y vio a un hombre nuevo, vio a un hombre limpio con nuevas motivaciones en la vida.

    Esa noche no pudo dormir, su cabeza no paraba de pensar en lo que le había acurrido. Ese cambio tan radical en las personas, de ser invisible a ser visible para ellos, con el simple hecho de escribir cinco palabras en un cartón, y después esa potente motivación al verse en un espejo.
    Se prometió dos cosas, la primera, que cada vez que tuviera dudas sobre él, se pondría delante de un espejo para reflexionar sobre ese momento y darse cuenta de la situación en la que se encontraba. Y la segunda, tener la mente continuamente trabajando y creando cosas nuevas.
    Pero, ¿qué podría hacer para salir del agujero en el que se encontraba?.
    Joan nunca se consideró un genio, tampoco podía enseñar nada... o sí...
    Se acordó de las frases que escribía y que tenía dentro del saco de dormir. Esas frases eran únicas, solo suyas, habían salido a causa de su creatividad y no se había dado cuenta hasta ese momento.

    Joan buscó las frases que estaban donde siempre, dentro del saco de dormir, debajo de la carretera.
    Las paso a papel limpio con una caligrafía especial que llamara la atención de la gente, y puso una parada en las Ramblas que se llamaba, "Comparto mis Pensamientos con usted".

    La parada llamaba mucho la atención de la gente, ya que no es habitual que alguien comparta en la calle los pensamientos con los demás. Joan hacía pensamientos suyos y también los personalizaba a la gente que le pedían uno exclusivo.

    Joan cumplió su objetivo a base de duro trabajo diario, y se montó una vida más digna que era lo que se propuso. Encontró un nuevo sentido de la felicidad diferente al que él creía.

    Joan Llopart murió a los pocos años, ya que esos tres años en la calle castigaron su cuerpo en demasía. Pero murió de una forma digna. Volvió a recuperar su vida, dándole un valor diferente a todo lo que le rodeaba. Cualquier cosa pequeña, tenía un significado y una utilidad en la vida.

    Al final consiguió compartir sus pensamientos con el resto del mundo.